LA DIABETES Y SALUD ORAL
La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos. La insulina es una hormona que ayuda a que la glucosa entre a las células para suministrarles energía. En la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina. En la diabetes tipo 2, la más común, el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera adecuada. Sin suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre.
Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios. Puede dañar los ojos, los riñones y los nervios. La diabetes también puede causar enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y la necesidad de amputar un miembro. Las mujeres embarazadas también pueden desarrollar diabetes, llamada diabetes gestacional.
Además las personas con diabetes corren el riesgo de tener infecciones en la boca, en particular, enfermedad de las encías (también llamada enfermedad periodontal). Esta enfermedad puede dañar las encías y el hueso que sostiene a los dientes en su lugar, lo que también puede hacerle doloroso masticar. Algunas personas con enfermedad grave de las encías pierden los dientes. Además, la enfermedad de las encías también podría dificultarle el control de la glucosa (azúcar) en la sangre.
Otros problemas que la diabetes puede causar son sequedad en la boca y una infección por hongos llamada candidiasis oral. La sequedad en la boca ocurre cuando no hay suficiente saliva (el líquido que mantiene la boca húmeda). La diabetes también puede aumentar el nivel de glucosa en la saliva. La combinación de estos problemas podría llevar a que se desarrolle candidiasis oral, que se presenta como placas blanquecinas y dolorosas en la boca.
Sino se mantiene la diabetes bajo control, será más propenso a desarrollar problemas de la boca; por ello es importante mantener los dientes y las encías saludables. Para ayudar a prevenir los problemas graves en la boca, se debe controlar el nivel de glucosa en la sangre, además del cepillado dental y el uso de la seda dental todos los días, y visitar al dentista regularmente. Consulte al dentista si nota algún problema.
Si tiene diabetes, tome las siguientes medidas:
- Controle su nivel de glucosa en la sangre.
- Cepíllese los dientes y use seda dental todos los días.
- Vaya al dentista regularmente. No se olvide de decirle que usted tiene diabetes.
- Informe al dentista si su dentadura postiza (dientes falsos) no le resulta cómoda o si le duelen las encías.
- Si fuma, ¡deje de hacerlo! Fumar empeora la enfermedad de las encías.
- Tome unos minutos para inspeccionarse la boca regularmente y así identificar cualquier problema que pueda tener.
- Es posible que note que las encías le sangran al cepillarse los dientes o al pasarse la seda dental.
- También puede tener sequedad, dolor, placas blanquecinas o un mal sabor en la boca. Cualquiera de estos malestares justifica una consulta con el dentista.
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